Los efectos positivos se demostraron tras diferentes estudios científicos. Cómo conseguir hacer actividad física con continuidad, según un experto en medicina del deporte de la Fundación Favaloro.
Cuando se piensa en que hay que realizar actividad física, generalmente se busca un físico más delgado, una mejor salud cardiovascular, o incluso prepararse para usar el traje de baño en vacaciones de verano. Pero hay más razones para animarse a llevar a cabo algún tipo de actividad física de manera continua: moverse protege la salud del cerebro.
En la actualidad, uno de cada cuatro adultos no realizan los 150 minutos de ejercicio físico de moderada intensidad recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel mundial, las mujeres son menos activas (32%) que los hombres (23%) y la actividad se reduce a medida que las personas envejecen en la mayoría de los países.
Además, las poblaciones más pobres, las personas con discapacidad y con enfermedades crónicas y las poblaciones marginadas y las indígenas tienen menores oportunidades de mantenerse activos. En América Latina y el Caribe, los niveles de inactividad física aumentaron del 33% al 39% entre 2011 y 2016.
Numerosos estudios científicos han demostrado que la actividad física, especialmente la que pone en marcha el corazón, tiene toda una amplia gama de efectos positivos para el cerebro humano. Incluso se descubrió que mejorar la estructura del cerebro.
“Entre otros beneficios, la actividad física tienen múltiples aportes para la salud cerebral. Es increíble ver cómo las personas que hacen actividad física están a lo largo de los años en comparación con los que no han realizado. Su edad biológica puede no corresponderse con su edad cronológica”, dijo a Infobae el doctor Roberto Peidró, director Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Favaloro.
“Lo ideal es empezar por algunos movimientos, como caminar, subir la escalera, trotar. Es un gran desafío que las personas comiencen y sigan de manera constante. Es decir, que adhieran a la actividad física. Cada uno tiene que encontrar una actividad física que le guste, como nadar, andar en bicicleta, caminatas rápidas. Porque si no le gusta, puede aburrirse y abandonar. Después, se aconseja programar la actividad física para sostenerla y tener los beneficios. Lo importante es que el cuerpo esté en movimiento”, afirmó Peidró.
Aquí van los 5 principales beneficios que sostienen por qué hacer actividad física mejora la salud del cerebro:
1. La actividad física convierte al cerebro en una fuente de placer
El ejercicio físico, como las caminatas rápidas, el correr o el andar en bicicleta, estimula una rica mezcla de sustancias químicas para sentirse bien en el cerebro, como la dopamina, la serotonina, los endocannabinoides y la norepinefrina, según la Asociación Americana de Psicología.
Cada una de esas hormonas desempeñan diferentes funciones en la gestión del estrés, la mejora de la sensación de bienestar y la promoción de un interés activo en la vida. Por si fuera poco, el ejercicio aumenta el número de receptores de dopamina en el cerebro, lo que significa que no sólo el cerebro produce más de estas sustancias químicas de la felicidad, sino que también las disfruta mejor.
Según el Centro de Ciencias del Bienestar de la Universidad de California, en Berkeley, Estados Unidos, el ejercicio es tan bueno para dar placer al cerebro que se utiliza con éxito para ayudar a los pacientes que sufren los efectos devastadores del abuso de drogas. Además, se estima que los seres humanos pierden aproximadamente el 13% de los receptores de dopamina cada década. Eseto hace que se experimente una disminución del placer en la vida cotidiana a medida que se envejece. El ejercicio puede revertir esta situación.
2. El ejercicio estimula la neurogénesis
De acuerdo con la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, el ejercicio físico estimula la neurogénesis, o la formación de nuevas neuronas, en el cerebro. Todas las personas nacen con aproximadamente 100.000 millones de neuronas en el cerebro, que se regeneran a un ritmo rápido en la infancia. Pero que se desaceleran a medida que las personas maduran. Antes se pensaba que esto acababa deteniéndose por completo, pero desde entonces se ha demostrado que la neurogénesis puede durar toda la vida.
En un estudio realizado en el Hospital General de Massachusetts en Boston, Estados Unidos, los médicos experimentaron con ratas de laboratorio para ver si la medicina podía encender la neurogénesis. Aunque podía hacerlo, las neuronas morían antes de que tuvieran algún potencial. Pero cuando se sometió a las ratas a cursos de ejercicios, no sólo se produjo la neurogénesis, sino que las neuronas estaban lo suficientemente sanas y fuertes como para durar.
3. El ejercicio mejora la memoria y el aprendizaje
El hipocampo es una zona del cerebro que sigue creando nuevas neuronas a lo largo de la vida del ser humano, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Esa zona es fundamental para el aprendizaje y la formación de la memoria. Múltiples estudios han demostrado que los adultos que hacen ejercicio rinden más en tareas de memoria, aprendizaje y toma de decisiones que las personas que no hacen actividad física.
El ejercicio es una de las principales formas de terapia para las personas que sufren demencia relacionada con la edad y la enfermedad Alzheimer, dice la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, porque también impulsa a la función de la memoria. De hecho, los estudios han demostrado que el hipocampo puede aumentar su volumen en un un por ciento después de un año de ejercicio regular.
4. El ejercicio aumenta el grosor de la corteza cerebral
La corteza cerebral es la cubierta exterior de la parte más grande del cerebro, el cerebro. La corteza cerebral está asociada a los patrones de pensamiento consciente de alto nivel, incluyendo la emoción, la evaluación, el razonamiento y el lenguaje. Y según expertos de la Universidad Johns Hopkins, el ejercicio puede engrosar la corteza cerebral.
Los investigadores especulan sobre si ese efecto se debe a que el ejercicio, especialmente el aeróbico, implica tomar continuamente decisiones en fracciones de segundo. Si se corre, siempre la persona está gestionando su entorno para no torcerse el tobillo o chocarse con un coche. Si está en el gimnasio, mantiene el equilibrio y controla los niveles de agotamiento y sed. Es decir, durante el entrenamiento, la mente humana también está trabajando tan duro como el cuerpo y el resultado es una corteza cerebral más gruesa y fuerte.
5. El ejercicio mejora la neuroplasticidad
El cerebro se caracteriza por la neuroplasticidad. Desde el nacimiento, el cerebro es maleable, capaz de cambiar tanto física como funcionalmente en respuesta a eventos como el aprendizaje, nuevos entornos, lesiones y enfermedades. Cuanto mayor sea su neuroplasticidad, mejor podrá adaptarse el cerebro a los acontecimientos de la vida, desde la adquisición de nuevas habilidades laborales hasta el reaprendizaje de la marcha tras un accidente.
Incluso una sola sesión de ejercicio puede aumentar la neuroplasticidad del cerebro. Actualmente se consideran que las razones son que el ejercicio fomenta el crecimiento de nuevas conexiones neuronales en el cerebro, y que el ejercicio tiene un efecto supresor del ácido gamma-aminobutírico, o GABA, que inhibe ciertos tipos de neurotransmisores.
Para conseguir los efectos positivos del ejercicio en el cerebro, se necesita conseguir continuidad. Los CDC de los Estados Unidos recomiendan hacer 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, o 75 minutos de ejercicio intenso, o una combinación de ambos. Esto debe repartirse uniformemente a lo largo de la semana. Antes, se sugiere consultar con un médico para eliminar cualquier duda y para que lo ayude a crear el plan que mejor se adapte a las necesidades de cada persona.
Comments