Existen varias causas que provocan mal aliento y distintos factores de riesgo, pero también hay diferentes formas de combatirlo.
El mal aliento, también conocido como halitosis, es un problema común el cual puede ocasionar vergüenza en quien lo padece e incluso, en algunos casos, causa ansiedad.
Por eso es normal encontrar tiendas estén repletas de gomas de mascar, pastillas de menta, enjuagues bucales y otros productos diseñados para combatir el mal aliento, sin embargo, muchos de estos productos son medidas temporales que no combaten la causa del problema.
Detrás del mal aliento existen varias causas y distintos factores de riesgo, pero también hay diferentes formas de combatirlo de forma eficaz.
Causas
La mayoría de los casos de mal aliento comienzan en la boca, pero existen varias causas posibles. La descomposición de partículas de alimentos en los dientes y alrededor de ellos puede aumentar la cantidad de bacterias y causar un olor desagradable.
Comer ciertos alimentos, como cebollas, ajo y especias, también puede causar mal aliento. Después de digerirlos, los alimentos ingresan en el torrente sanguíneo, son transportados a los pulmones y afectan el aliento.
Fumar provoca su propio olor desagradable en la boca. Los fumadores y quienes consumen tabaco, son más propensos a tener encías enfermas, otra fuente de mal aliento.
Otra de las causas es la falta de limpieza bucal, si no te cepillas los dientes y usas el hilo dental a diario, habrá partículas que queden en tu boca y produzcan mal aliento.
Hay una enfermedad llamada “boca seca” o xerostomía que contribuye al mal aliento, puesto que con ella disminuye la producción de saliva que ayuda con la limpieza de la boca.
Algunos medicamentos contribuyen a la sequedad de la boca y, por lo tanto, indirectamente provocan mal aliento. Otros se descomponen en el organismo y liberan sustancias químicas que se transportan al aliento.
El mal aliento puede ser causado por las heridas quirúrgicas después de una cirugía bucal, como la extracción de un diente, o porque tienes caries, enfermedad de las encías o llagas bucales.
En ocasiones, el origen del mal aliento pueden ser pequeñas piedras que se forman en las amígdalas y se cubren de bacterias, lo que produce olor. También las infecciones o la inflamación crónica en la nariz, los senos paranasales o la garganta, que contribuyen al goteo nasal posterior, pueden provocar mal aliento.
Enfermedades como algunos cánceres y afecciones como los trastornos metabólicos pueden provocar un aliento con olor particular. El reflujo crónico de los ácidos estomacales puede asociarse con mal aliento.
Tratamiento
El tratamiento posterior para el mal aliento puede variar, según la causa, sin embargo, la forma principal para tratar e incluso prevenir el mal aliento, las caries y disminuir tu riesgo de sufrir enfermedades de las encías, es mantener una buena higiene bucal.
Si el mal aliento se debe a una acumulación de bacterias (placa) en los dientes, el enjuague bucal las elimina, de igual forma hay dentífricos con antibiótico para eliminar las bacterias.
Si se trata de una enfermedad de las encías, es posible solo se necesite una limpieza profesional, aunque también está la opción de remplazar las restauraciones defectuosas de piezas dentales, un caldo de cultivo para las bacterias.
Como parte de la prevención existen distintos cambios en el estilo de vida que pueden evitar el mal aliento y cualquier otra enfermedad relacionada con los dientes, tales como lavarte los dientes después de comer, usar hilo dental al menos una vez al día, cepillarte la lengua, limpiar la dentadura postiza o los aparatos de ortodoncia, evitar la sequedad de boca, ajustar la dieta, compra un cepillo de dientes nuevo con regularidad y programar controles dentales regulares.
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