Conocé cómo una buena nutrición, ejercicio, salud mental e hidratación son fundamentales para mantener un intestino sano y prevenir enfermedades inflamatorias.
Mantener un intestino sano es esencial para reducir el riesgo de enfermedades inflamatorias como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), una condición crónica que afecta a miles de argentinos. El Dr. Victor Chedid, gastroenterólogo y experto en EII de Mayo Clinic en Rochester, destaca cuatro pilares fundamentales que podemos seguir para cuidar nuestra salud intestinal y prevenir complicaciones.
El primer pilar es la nutrición. El Dr. Chedid sugiere adoptar una dieta al estilo mediterráneo, que es rica en verduras, frutas, granos enteros, legumbres, frutos secos, y aceite de oliva, alimentos que ayudan a mantener el intestino en óptimas condiciones. Además, recomienda consumir entre 30 y 40 gramos de fibra al día, ya que esta dieta es rica en antioxidantes y baja en alimentos inflamatorios.
El segundo pilar es el ejercicio regular. Incorporar actividad física en tu rutina diaria es clave para mantener un estilo de vida saludable y, a su vez, proteger tu salud intestinal. No importa qué tipo de ejercicio elijas, lo importante es que sea constante y esté adaptado a tus necesidades.
El tercer pilar es la salud mental. Existe una conexión muy fuerte entre el intestino y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro. El estrés, la ansiedad o experiencias traumáticas pueden desencadenar problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable. Por eso, es fundamental cuidar tu salud mental para mantener el bienestar digestivo.
El cuarto pilar es la hidratación. Es importante beber al menos 2 litros de agua al día, especialmente en climas cálidos como los de algunas regiones de Argentina. La hidratación adecuada ayuda a prevenir el estreñimiento y asegura que todos los órganos funcionen correctamente.
Cuidar la salud intestinal es crucial, especialmente para quienes padecen EII en Argentina. Aunque no hay cura para esta enfermedad, existen tratamientos que pueden ayudar a los pacientes a alcanzar la remisión, como medicamentos antiinflamatorios, inmunosupresores, productos biológicos, antibióticos y cirugía.
Es común que quienes sufren de EII, experimenten síntomas como diarrea y sangrado rectal, lo que puede generar vergüenza y evitar que busquen ayuda. Aquí es donde el apoyo familiar se vuelve vital. “Estar presente para ellos es fundamental”, destaca el Dr. Chedid, subrayando la importancia de acompañar a quienes padecen EII para que puedan llevar una vida lo más normal posible.
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