Con el frio se incrementan las infecciones respiratorias, principalmente en niños. Los síntomas que hay que tener en cuenta para requerir atención médica y recomendaciones para evitar que los más pequeños se enfermen.
Cuando llega invierno y el frío es más intenso, aumenta la frecuencia de las infecciones respiratorias. Según la Sociedad Argentina de Pediatría, los síntomas más comunes de este tipo de enfermedades son la fiebre, la mucosidad en la nariz -de colores diversos-, la tos -seca o con catarro-, el dolor de garganta, la falta de apetito, los dolores musculares y cierto grado de decaimiento. La duración de este proceso es de aproximadamente 7 a 10 días.
Los padres conocen esta situación, saben que la enfermedad más frecuente es el resfrío, pero también, cuando se acerca esta época del año, se presentan casos de bronquiolitis, neumonías, gripe, etc. Estas patologías se contagian a través de la tos, el estornudo y la saliva.
Para prevenir infecciones respiratorias, se deben tomar medidas generales, como:
aislamiento en la casa cuando el chico tiene síntomas respiratorios; no enviarlo a la escuela y tratar de limitar su circulación;
lavado de manos antes y después de manipular alimentos y/o amamantar, antes de comer o beber y después de manipular basura o desperdicios; después de tocar alimentos crudos y antes de tocar alimentos cocidos, después de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar y luego de cambiarle los pañales al bebé, luego de haber tocado objetos “sucios”, como dinero, llaves, pasamanos, etc, cuando se llega a la casa de la calle, el trabajo, la escuela, antes y después de atender a alguien que está enfermo o de curar heridas y después de haber estado en contacto con animales.
uso de pañuelos descartables;
cubrirse la boca con el pliegue del codo al toser o estornudar;
ventilar los ambientes;
distanciamiento social;
uso de barbijo.
Para prevenir este tipo de enfermedades en bebés, es fundamental la lactancia materna, fuente de anticuerpos y afecto, que fortalece el sistema inmunológico de los más pequeños.
¿Qué hacer para evitar que se enfermen los niños?
Abrigarlos.
Evitar cambios bruscos de temperatura.
Comer más frutas y verduras con vitamina C.
Al estornudar o toser, cubrir la boca y nariz con el pliegue del codo.
Lavarles frecuentemente las manos.
Ventilar los ambientes.
Mantener la higiene del hogar.
No fumar.
No medicarlos sin indicación médica.
¿Ante qué síntomas se debe llevar al niño a la guardia?
Lactantes: cuando presentan dificultad respiratoria, quejidos, fiebre y rechazan del alimento (no quieren tomar el pecho o mamadera). Si después de suministrarles el antitérmico recomendado por su pediatra, no mejora, se debe consultar.
Preescolares: si muestran alguna patología respiratoria, debe comenzarse con medidas de sostén como aspiración de secreciones nasales y antitérmico en caso de fiebre. Si el niño no presenta mejoría hay que llevarlo a la Guardia.
Niños grandes: (más de 5 años, con patología crónica): los padres deben suministrarle la medicación de rescate según su patología. Si no hay respuesta positiva, deben llevarlo a la consulta.
Tener en cuenta
En todos los casos, los padres no tienen que consultar ante el primer síntoma. Deben evaluarlo para verificar la evolución. En caso de fiebre, utilizar el antitérmico recomendado por el médico o pediatra de cabecera e hidratarlos.
En caso de una evolución negativa de la enfermedad, sintomatología persistente y estado general sin mejoría deben llevarlo a la Guardia para una evaluación médica.
En síntesis, debe llevar a su hijo a la guardia en caso de:
fiebre alta o muy seguida;
decaimiento marcado;
dificultad para respirar (respiración rápida, quejido, silbidos, si se hunden las costillas, aleteo nasal);
cianosis (color azulado de piel y mucosas);
tos permanente y agotadora o
mal estado general.
A dónde concurrir
Es importante distinguir que por una enfermedad respiratoria habitual se debe concurrir al Centro de Salud más cercano, antes de concurrir a los hospitales.
留言