Determinados vegetales necesitan consumirse de diferentes formas para absorber su potencial nutricional de la mejor forma.
Algunas creencias sociales suponen que comer verduras o vegetales crudos es la mejor forma para absorber los nutrientes que nos ofrecen estos alimentos. Pero, de acuerdo a diferentes estudios científicos, algunas verduras necesitan cocinarse para que puedan activarse y liberarse determinados nutrientes que benefician a la salud corporal.
Verduras como la remolacha, la espinaca o la zanahoria poseen mayor nivel nutricional respecto otra hortalizas que pueden encontrar en cualquier supermercado o verdulería local, y deben consumirse cocidos, según revelan los análisis, para obtener un mayor aprovechamiento de sus valores nutricionales.
Acá te dejamos 4 super verduras y cómo recomiendan los especialistas consumirlas:
Tomate: tanto crudo como cocido
Aunque muchas personas creen que el tomate es una fruta, un informe del Departamento de Botánica de la Universidad de California confirma que se trata comúnmente como una verdura, al igual que el pepino o la berenjena. Con respecto a su consumo, un estudio de la Universidad Cornell en Estados Unidos concluyó en que "cocinar los tomates aumenta la actividad de antioxidante, pero se observa una baja en los niveles de vitamina C".
Es por eso que los mismos desarrolladores aseguran que, aunque cocinarlos puede traer beneficios en un aspecto, comerlos crudos puede ayudar en la actividad del sistema inmunológico, por la presencia de la vitamina antes mencionada.
Coliflor: tanto crudo como cocido
Esta verdura presenta un caso similar al tomate. Un estudio de la Universidad de El Cairo de Egipto asegura que cocinar el coliflor "afecta la composición, los contenidos fitoquímicos, la actividad antioxidante y los perfiles fenólicos" de este alimento, lo que hace que pierda parte de su valor nutricional.
Sin embargo, los investigadores también mencionan que cocinarlo al vapor o hervirlo hace que mantenga gran parte de sus nutrientes, que incluyen las vitaminas A y C, así como hierro y calcio.
Remolacha: mejor cocida
En este caso, la remolacha es mejor cocinarla antes de comerla. Según comenta el medio especializado en nutrición EatingWell, hervir esta verdura permite que mantenga sus nutrientes, que incluyen: calcio, vitaminas A y B, fibra y potasio. Además, un análisis publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que el jugo de remolacha puede ayudar a combatir las varices.
Zanahoria: de cualquier forma
Este caso es bastante parecido al del tomate. De acuerdo a un informe de la Universidad Tufts de Estados Unidos, "cocinar la zanahoria causa una perdida en los niveles de vitamina C (que juega un rol importante en mantener el colágeno), pero mejora los carotenoides, unos compuestos que el cuerpo convierte en vitamina A". Aun así, si están crudas mantienen un número más alto en fibra.
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