Es crucial para la visión, el crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad. Además, posee propiedades antioxidantes que protegen las células contra los radicales libres, previniendo enfermedades como el cáncer y las cardíacas.
La vitamina A, también conocida como retinol o ácido retinoico, es un nutriente esencial para múltiples aspectos de la salud, incluyendo la visión, el crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad. Además, actúa como un poderoso antioxidante, protegiendo las células contra los radicales libres, responsables de diversas enfermedades según señala Mayo Clinic.
Esta vitamina liposoluble, almacenada en el hígado, se encuentra en dos formas en nuestra dieta. La vitamina A preformada, presente en productos de origen animal como carne, pescado y lácteos, y los precursores de la vitamina A, como el betacaroteno, abundante en frutas y verduras.
La Universidad de Harvard destaca su contribución a la salud ocular, especialmente a través de alimentos ricos en betacaroteno como la zanahoria, mientras que su participación en la producción de glóbulos blancos la convierte en una aliada contra diversas enfermedades.
Una dieta variada que incluya verduras de hoja verde, vegetales naranjas y amarillos, hígado, lácteos, y frutas como el melón y la zanahoria, garantiza un aporte adecuado de esta vitamina esencial.
Los suplementos de vitamina A son útiles para personas con dietas limitadas o trastornos que aumentan su demanda, aunque se recomienda precaución para evitar efectos adversos.
Aunque rara en países desarrollados, la deficiencia de vitamina A puede provocar desde fatiga e infecciones hasta problemas graves de visión, como la ceguera nocturna.
Para garantizar una ingesta adecuada de vitamina A, se recomienda consumir una dieta rica en frutas y verduras de color naranja y amarillo, verduras de hoja verde y alimentos de origen animal. También se puede considerar tomar un suplemento de vitamina A, pero es importante consultar con un médico antes de hacerlo.