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Burnout: ¡Que no te quemen la cabeza!

¿Qué sucede cuando la mente hace un click, y dice "basta", ya sea por presiones o exigencias del contexto laboral? Visualizá las señales para pedir ayuda.

El trabajo puede ser un punto de inspiración, una enorme pasión que nos lleva a superarnos, o el eje de gran parte de nuestra vida. Sin embargo, cuidado, porque puede darse un trastorno emocional vinculado al área laboral debido al estrés causado por excesivas responsabilidades, los tiempos que apremian y el estilo de vida del trabajador.


Es aquí en donde el cuerpo y la mente dicen "hasta acá" y aparece el denominado "burnout" o síndrome del quemado. Un síndrome nada liviano ya que puede tener graves consecuencias a nivel físico y psicológico.


¿Por qué?

El principal detonante del síndrome de burnout es el entorno laboral y las condiciones de trabajo. El empleado que está expuesto de manera continua a, entre otros, altos niveles de estrés constantes, carga de trabajo excesiva, poca autonomía, malas relaciones en el trabajo y ausencia de apoyo en su entorno, puede llegar a padecer un estrés crónico que acabe provocando el burnout. Por ese motivo, el vínculo entre el estrés y el burnout es muy fuerte. Las causas suelen ser exigencias excesivas que originan problemas importantes a nivel de la salud.


¿Qué me pasa?


Si bien los síntomas más comunes son la depresión y ansiedad (motivos de la gran mayoría de las bajas laborales), se suman otros notables como:


- Sentimiento de agotamiento, fracaso e impotencia.

- Baja autoestima.

- Poca realización personal.

- Estado permanente de nerviosismo.

- Dificultad para concentrarse.

- Comportamientos agresivos.

- Dolor de cabeza.

- Taquicardia.

- Insomnio.

- Bajo rendimiento.

- Absentismo laboral.

- Aburrimiento.

- Impaciencia e irritabilidad.

- Comunicación deficiente.

- Afecciones del sistema locomotor (aparición de dolores musculares y articulares)

- Alteraciones psicosomáticas (problemas gastrointestinales, cardiovasculares, afecciones de la piel, dolores de cabeza, mareos, alteraciones del deseo etc)


¿Qué hago?

Apenas comienzan a manifestarse de manera constante los diversos síntomas acudir al profesional médico (para ratificar el origen de la causa) y asistir al psicólogo especializado que pueda guiarnos, además de cambiar nuestro estilo de vida (alimentación sana, actividades como caminatas, meditación etc) y poner el foco para comenzar a sanar, y que el trabajo no se convierta en un enemigo.


Por supuesto, la iniciativa en cuanto a su tratamiento puede provenir tanto del propio trabajador como de la empresa o institución para la que trabaja, por lo que es importante que haya una buena comunicación entre ambas partes y que se establezcan los mecanismos necesarios para detectar este tipo de casos en una etapa temprana, ya sea mediante la realización de cuestionarios o la medición de los niveles de cortisol del empleado.

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